Voy a comenzar con una breve introducción de cómo llegué
hasta aquí.
Soy una mujer de treinta y cinco años de edad y hace siete
años conocí a mi actual pareja, por la cual estoy luchando para que se
rehabilite de sus adicciones, (consumo de hachís, cocaína, alcohol…).
Mi problema empezó cuando tuvimos a nuestra hija, hace cinco
años. La convivencia se hizo un infierno por culpa de los consumos de mi
pareja, hechos que no voy a detallar en esta ocasión. Además considero que
muchas parejas y familiares afectados por este problema saben por lo que se
pasa, y hay desgraciadamente muchas familias más de las que se conocen, puesto
que una gran parte de ellas lo sufren en silencio, sin llegar a manos de
profesionales, bien por no tener medios o simplemente por desconocimiento.
Hace dieciocho meses, cuando todas mis esperanzas estaban
rotas y mi vida comenzaba a ir en otra
dirección, pues decidí que ya no lucharía más por recuperar a mi pareja, él
vino a mí pidiendo ayuda.
Entonces él ya había tomado un primer contacto con Proyecto
Hombre, y me rogó que le acompañara en este que sería el gran paso de su vida.
Y así fue, los comienzos fueron duros para todos. Para mí supuso no mirar atrás
y olvidarlo todo, además de no tener en cuenta otras opiniones que me decían que
me había hecho mucho daño y que esta situación no cambiaría, que tarde o
temprano volvería a ser el mismo. Para mi pareja, imaginaros el esfuerzo que
supone dejar atrás hábitos de consumos que han durado más de veinte años.
Bueno, como ya decía, al principio no fue fácil, empezaron
los seguimientos, las terapias para él y también para la familia… Todo este
proceso que requiere esfuerzo, responsabilidad y compromiso por ambas partes.
No puedo olvidarme del primer día de terapia donde escuchaba
a las familias rotas de dolor como relataban sus experiencias con sus
respectivos familiares afectados. Cuando llegó mi turno, yo que me había
contenido en tantas ocasiones para no derrumbarme, aquel día no pude controlar
mis emociones y rompí a llorar. Aunque más tarde pude continuar hablando. Desde
aquella primera terapia hasta el día de hoy todo han sido cambios positivos
para él y para nosotros, su familia.
Actualmente continuamos en el programa donde un gran equipo
de profesionales nos enseña las pautas a seguir
para la convivencia con nuestros familiares, los cuales a estas alturas
del programa, han adquirido nuevos hábitos de vida y alcanzado un nivel alto de
autocontrol.
Para finalizar quiero agradecer a Proyecto Hombre que ha
hecho posible que la droga no destruya la vida del que la consume y de los que
le rodean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario